Examples of using "Servants" in a sentence and their spanish translations:
Quintus tiene dos sirvientes.
Los sirvientes trabajaban como hormigas.
Incluso los criados lo despreciaban.
Sus propios sirvientes lo despreciaban.
Los perros tienen dueños; los gatos, sirvientes.
también hay servidores sin errores
No tiene criado ninguno.
Los perros tienen amos, los gatos, sirvientes.
¿A cuál de mis sirvientes viste?
Tom hizo que sus sirvientes comieran a oscuras.
Los siervos del faraón que temieron la palabra de Yahvé recogieron en casa a sus esclavos y ganados, mas los que no hicieron caso de la palabra de Yahvé, dejaron en el campo a sus esclavos y ganados.
Éste trató bien por causa de ella a Abrán, que tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y camellos.
"Pero sé que tú y tus siervos aún no teméis a Yahvé, Dios."
Entonces los inspectores israelitas fueron a quejarse al faraón y le dijeron: "¿Por qué tratas así a tus siervos?"
El zar, los invitados, los criados, hasta el gato gris sentado en un rincón, todos se quedaban pasmados y maravillados ante la hermosa Vasilisa.
Moisés respondió al faraón: "Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que aparte de ti y de tus casas las ranas, y se queden sólo en el Río."
"No se provee de paja a tus siervos. Sin embargo insisten en que hagamos ladrillos y se castiga a tus siervos..."
"El Río bullirá de ranas; saltarán y entrarán en tu casa, en tu dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Las ranas saltarán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos."
Presentáronse, pues, Moisés y Aarón al faraón, e hicieron lo que Yahvé había ordenado: Aarón tiró su cayado delante del faraón y de sus servidores, y se convirtió en serpiente.
Los siervos del faraón le dijeron: "¿Hasta cuándo nos tenderá ése un lazo a nosotros? Deja salir a esa gente y que dé culto a Yahvé, su Dios. ¿Aún no te das cuenta de que Egipto se está arruinando?".
Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que había hecho con él su hijo menor, dijo: "¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de siervos sea para sus hermanos!"
Moisés y Aarón hicieron lo que Yahvé les había mandado: alzó el cayado y golpeó las aguas que hay en el Río en presencia del faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Río se convirtieron en sangre.
Aquella noche se levantó el faraón, sus servidores y todos los egipcios, y hubo grandes alaridos en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
Ella dijo: "Halle yo favor a tus ojos, mi señor, pues me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, cuando yo no soy ni siquiera una de tus criadas."
"Pues esta vez voy a mandar todas mis plagas contra ti, tus siervos y tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra."
La bruja vio que no había ayuda que pudiera obtener de sus viejas criadas, y que lo mejor que podía hacer era montar en su escoba y partir en busca de los niños.
Yahvé hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios. Moisés gozaba de gran consideración en el país de Egipto a los ojos de los servidores del faraón y a los ojos del pueblo.
Así lo hizo Yahvé. Un enjambre enorme de tábanos vino sobre la casa del faraón y las casas de sus siervos y sobre el país de Egipto; los tábanos devastaron todo el país.
"Entonces vendrán a mí todos estos siervos tuyos y, postrados ante mí, me suplicarán: Sal con todo el pueblo que te sigue. Entonces, saldré." Y, ardiendo en cólera, salió de la presencia del faraón.
Salió, pues, Moisés de la presencia del faraón, y rogó a Yahvé. Yahvé hizo lo que Moisés pedía, y alejó los tábanos del faraón, de sus siervos y de su pueblo: no quedó ni uno.
"Si no dejas salir a mi Pueblo, enviaré tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas. Las casas de los egipcios y las tierras onde habitan se llenarán de tábanos."
Moisés respondió: "En cuanto yo salga de aquí, rogaré a Yahvé, y mañana los tábanos se alejarán del faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que el faraón deje de una vez de engañarnos, impidiendo al pueblo salir a ofrecer sacrificios a Yahvé."
Y fueron corriendo al encuentro de Moisés y Aaron, que les estaban esperando a la salida del palacio del faraón, y les dijeron: "Que Yahvé os examine y os juzgue. Nos habéis hecho odiosos al faraón y a sus siervos y habéis puesto la espada en sus manos para matarnos."
Ellos lo hicieron así. Cuando anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huído, el faraón y sus servidores cambiaron de parecer sobre el pueblo y dijeron: "¿Qué es lo que hemos hecho? Hemos dejado marchar a Israel de nuestra servidumbre."
Cuando el faraón vio que había cesado la lluvia, el granizo y los truenos, él y sus siervos se obstinaron de nuevo. Se obstinó, pues, el faraón y no dejó salir a los israelitas como Yahvé había dicho por boca de Moisés.
"Llenarán tus casas, las casas de tus siervos y todas las casas de Egipto. Ni tus padres ni tus abuelos vieron nunca una cosa así desde que habitan en la tierra hoy." Moisés se retiró y salió de la presencia del faraón.
Yahvé dijo a Moisés: "Preséntate al faraón, porque yo le he hecho obcecarse a él y a sus siervos, para realizar mis signos en medio de ellos; y para que puedas contar a tu hijo y a tu nieto cómo manejé a Egipto y los signos que realicé en medio de ellos. Así sabréis que yo soy Yahvé."